miércoles, 7 de diciembre de 2011

Enemigos del Runner: La falta de confianza

“Tanto si piensas que puedes hacerlo como que no puedes hacerlo, estás en lo cierto.  
El tema que nos compete se resume en la frase anterior en que la mente humana es tan poderosa como para lograr lo que se propone. Y si deseamos fracasar en nuestros intentos, seguramente lo lograremos. He visto a muchos corredores pensar que no iban a alcanzar una meta, y se convencían tanto de ello que lo conseguían. En algunos casos,esta confianza en que iban a ser un estrepitoso fracaso los llevaba a ni siquiera hacer el esfuerzo.
No conozco a nadie que no se haya enriquecido después de fallar en algo. Pero el miedo al fracaso nos abruma a todos. Lo cierto es que los que se animan son los que ganan. El resto se queda siempre en la duda. Yo mismo (que tampoco soy un ejemplo de logros) nunca imaginé que iba a alcanzar tantos cambios a través del entrenamiento en las propias carreras. 
Empecé a animarme a correr más y alimentarme mejor, y en un momento me animé a correr una maratón recientemente. Acepté y en todo momento confié en que la iba a terminar, aunque a decir verdad no me había planteado correrla tan pronto y sin mucho entrenamiento. Lo veía como un objetivo a largo plazo. Cuando llegó la oportunidad no la dejé pasar: me propuse averiguar si podía superarme a mi mismo, y me encargué de que fuese lo más seguro y divertido posible desde el principio. Si hubiese pensado que no iba a llegar a la meta, probablemente la hubiese pasado mal, o hubiese abandonado antes. Quizá, hasta hubiese dejado pasar esa oportunidad.
Es duro no estar seguro de uno mismo, pero peor es cuando el resto no nos cree capaz. No podemos vivir aislados de lo que los demás piensan. Quien lo logre goza de una autoestima envidiable. Así como conocí a corredores que no confiaban en sí mismos, he visto cuando el entorno de una persona deportista lo subestima, y es realmente muy triste. Aunque tengan las mejores intenciones y se preocupen por la integridad física del inexperto corredor, el camino hay que recorrerlo en forma personal. Nadie nos puede decir con exactitud cómo va a ser, y  de nada sirve que nos relaten la experiencia. Tenemos que confiar en que no necesitamos a nadie más que a nosotros mismos para lograr lo que sea.
¿Cuáles son los motivos más frecuentes para no intentarlo? Que después va a doler todo (¿Y? ¡Hay que llevar el dolor con orgullo o no?!). Que va a ser aburrido (¿Y? ¡Una carrera, aunque sea de pequeña y pobre, puede estar llena de sorpresas!). Que no vamos a llegar (¿Realmente? ¿Intentaste correr hasta REALMENTE quedar exhausto? ¿O tu mente intenta detenerte muchos kilómetros antes que el agotamiento físico definitivo?). Las excusas para no esforzarnos abundan, mientras que las que nos tiran para adelante escasean.
El miedo al fracaso es mala consejera. A través de los errores uno aprende, y la siguiente vez que intentamos algo lo hacemos sobre la base de la propia experiencia. El que no intenta porque no se cree capaz, jamás podrá darse cuenta de que estaba equivocado. Después de todo quiero dejarles una inquietud y que se pregunten a ustedes mismos 
¿qué cosas intentarías hacer si supieses que no puedes fallar?

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